Las enfermedades respiratorias más frecuentes asociadas al invierno que afectan principalmente a las vías respiratorias como la gripe, bronquitis, faringitis y otras más graves como la neumonía.
Los niños y adultos mayores son los grupos más vulnerables a las bajas temperaturas, por lo tanto, pueden contraer enfermedades con mayor frecuencia, sobre todo si están a diario en contacto con otras personas. Su sistema inmunológico posee menor capacidad defensiva frente a las agresiones externas como el viento, el frío, la lluvia y los cambios bruscos de temperatura.
Es imposible evitar el contagio de ciertas enfermedades, es algo que no está en nuestras manos, pero sí podemos disminuir las posibilidades de que nos enfermemos.
Siempre se relaciona al frío con la mayoría de enfermedades respiratorias, pero en realidad, este no es el culpable de que las personas se enfermen. La explicación de que esto suceda tiene que ver con los cilios (pequeñas vellosidades) y las mucosas nasales, el sistema de defensa natural que tenemos en la nariz, las cuales pierden movilidad con el frío, lo que impide que controlen el paso de microorganismos que por tanto penetran más profundamente en el organismo. Tampoco pueden calentar el aire para que llegue a los pulmones a la temperatura adecuada.
Otra influencia negativa del frío, es que ciertos virus, como el de la gripe, se cubren durante esa temporada con una capa resistente que lo protege. Lo cual le brinda la protección que necesita para pasar de persona a persona. Una vez que ha entrado en el organismo, esa capa se derrite en el tracto respiratorio haciendo que el virus infecte a las células.
¿Cómo prevenir enfermedades en invierno?
En esta época del año es necesario prevenir las enfermedades y las intoxicaciones respiratorias. Se deben maximizar las medidas de cuidado y estar alertas ante posibles síntomas en bebés, niños, embarazadas y adultos mayores, ya que son más vulnerables a este tipo de afecciones. Las recomendaciones más importantes son las siguientes:
- Usar cubrebocas correctamente
- Lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente
- Usar alcohol gel
- Cubrirnos boca y nariz al toser o estornudar con técnica de etiqueta
- Ventilar todos los ambientes a diario.
- No fumar y mantener los ambientes libres de humo. El consumo de tabaco afecta a las vías respiratorias y la exposición al humo del mismo, se asocia a complicaciones respiratorias ya que, contiene metales pesados y sustancias cancerígenas.
- Incrementar la prevención y los cuidados especialmente en las embarazadas, los adultos mayores, los bebés y los niños. Es importante estar alerta a los primeros síntomas de una infección respiratoria para tratarla a tiempo y evitar que el cuadro se agrave.
- No automedicarse. El consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico. Es por eso que es importante acudir con un especialista para un tratamiento adecuado.
- Sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses.
- Tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias, en especial en los niños, embarazadas, personas con enfermedades crónicas y adultos mayores
- Vacunarse contra la Influenza
Monóxido de carbono y las enfermedades respiratorias
Un enemigo terrible en esta temporada es el monóxido de carbono, también denominado óxido de carbono, gas carbonoso y anhídrido carbonoso, es un gas incoloro y altamente tóxico. Puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. Es un veneno que no tiene color, olor, sabor y no irrita los ojos ni la nariz. Cada año provoca en nuestro país la muerte de más de 200 personas. Al no poder percibirse, es necesario tomar medidas preventivas para evitar que contamine nuestra casa, para lo cual es fundamental tomar las siguientes acciones:
- Dejar una ventilación permanente en cada ambiente; además de ventilar toda la casa una vez por día, es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes con calefacción, aunque haga frío.
- Observar que la llama de gas sea siempre de color azul (la llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido).
- Si se usa brasero o estufa, apagarlos afuera de la casa antes de irse a dormir, siempre.
- No instalar calefacciones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.
SI YO ME CUIDO, TE CUIDO A TI Y NOS CUIDAMOS TODOS. Y si presentas cualquier síntoma relacionado a este padecimiento, es importante acudir con un doctor para ser evaluados.
Autor: Dr. Enrique Negrete