Esta pandemia ha afectado a todo el planeta y puesto en cuarentena a muchos países, ha provocado una disminución importante del flujo de personas. Y en un tema ambiental ha detenido el tráfico vehicular terrestre, aéreo y marítimo, así como la detención las actividades tanto productivas como sociales. Al igual que, las restricciones de viaje impuestas para hacer frente a la pandemia, ha producido una reducción en las emisiones de CO2 de hasta un 25% a nivel global.
Dicho efecto se debe a que muchas de las actividades desarrolladas por el ser humano tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Esto genera presión continua, la cual, en la medida que disminuye, favorece que los impactos sean menores y se dé paso a una restauración pasiva. Paradójicamente, la pandemia del coronavirus le ha generado un respiro al planeta, la parálisis industrial de gran parte del mundo y el encierro obligado a miles de personas, han permitido que se reduzca el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. Para los ecosistemas que han sufrido degradación, la restauración pasiva no es suficiente, requirieren de implementación de otras medidas sostenibles para incidir en su rehabilitación.
Persistencia de una crisis global en la pandemia
La crisis climática persiste, ya que este alivio es momentáneo y no resuelve el problema de fondo. Sin embargo, esta pandemia debe servir, para generar una mayor conciencia social frente al cuidado del planeta y el uso racional de los recursos naturales. La lección que esta pandemia nos deja es comprender que la actuación del ser humano ha ocasionado un daño ambiental. La urgencia que tienen nuestros ecosistemas por recuperar sus funciones, acercándose en la medida de lo posible a su estado original.
Pensando en sostener esta mejoría, existen actividades que deben seguir realizando para garantizar un verdadero cambio de hábitos que sea favorable para el planeta. Realizar home office, lo cual disminuye el impacto medio ambiental debido al menor uso de automóviles, menor consumo de combustibles fósiles y, menor aporte de gases de efecto invernadero. Se ha comprobado que se puede eficiente en el cumplimiento de labores sin la necesidad de estar transportándose todos los días.
Pero para que suceda un impacto real, debe existir un aporte de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad. Como ciudadanos debemos entender que la industria debe cuidar y respetar a la gente, porque sin ella no hay desarrollo económico que sea sostenible.
Como reflexión final, considero que las lecciones principales que nos debe dejar esta pandemia. Debemos vislumbrar un momento ideal y aprovechar para revertir los daños que todos hemos ocasionado a nuestro planeta y reflexionar para ser mejores personas con nuestros semejantes dándole un mayor valor a lo espiritual y a lo material.
Autor: Dr. Enrique Negrete